BREVE HISTORIA DE LA CIUDAD DE LAS CIENCIAS. VALENCIA


Ciutat de les Arts i les Ciències

En 1989, el entonces presidente de la Generalidad Valenciana, Joan Lerma asumió la idea de José María López Piñero, catedrático de historia de la ciencia de la Universidad de Valencia, de construir un museo científico en los terrenos del Jardín del Turia que lindaban con el camino de las Moreras. Lerma encargó la creación de un equipo que articulara el proyecto y que visitó espacios de similares características en Múnich, Canadá, o Londres para elaborar un proyecto de evidente cariz pedagógico: un átomo serviría de guía al visitante para mostrarle todas las facetas de la naturaleza.

El museo iba a ser el centro a partir del cual giraría un complejo, mitad cultural, mitad turístico, que iba a servir para "hacer de Valencia un lugar emblemático", según expresó el propio Lerma en la presentación de las obras, dos años después. La Ciudad de las Ciencias, que era el nombre que el gobierno autonómico daba a la iniciativa, constaba de una torre de comunicaciones de 370 metros de altura -la tercera más alta del mundo en aquellos momentos-, un planetario y el museo de carácter científico. El coste total de las obras se estimaba en unos 25.000 millones de pesetas, unos 150 millones de euros.

La historia de aquel proyecto es, sin embargo, diferente. El equipo que había diseñado el museo no vio con buenos ojos la forma en que Santiago Calatrava concebía el edificio y se produjeron muchas divergencias.

Con las obras adjudicadas y los fundamentos de la torre construidos, el PP accedió a la Generalidad (1995) y al poco tiempo detuvo el proyecto. José Luis Olivas, consejero de Economía y Hacienda, ordenó la paralización de las obras y anunció que el gobierno autonómico rediseñaría la Ciudad de las Ciencias "con una filosofía distinta". Tras cuatro meses de agria polémica el gobierno autonómico decidió retomar el proyecto de Santiago Calatravaaunque no de la torre de comunicaciones, donde situaría un gran surtidor de agua bautizado como "el chorrito" por algunos medios de comunicación. Finalmente tras la polémica fue cancelado.

La redefinición del complejo añadía el arte a la ciencia para conformar la Ciudad de las Artes y las Ciencias, que mantenía dos de los edificios proyectados por el gobierno de Lerma (el museo de las ciencias y el planetario), sustituía el icono de la iniciativa socialista -la torre-, por un palacio de la ópera (Palacio de las Artes Reina Sofía) y añadía un nuevo elemento: un parque oceanográfico (l'Oceanogràfic)-. Calatrava rediseñó su trabajo inicial y, el 20 de junio de 1996 presentó su segundo proyecto, en el que él se haría cargo del diseño de tres de los edificios: L'Hemisfèric en forma de ojo humano, el Palacio de las Artes, y el Museo de las Ciencias.

Del coste inicial de 150 millones de € del proyecto socialista, se pasó a uno astronómico de más de 1.300 millones de euros (216.000.000.000 ptas.) a causa de sobrecostes poco claros y del rediseño faraónico por los delirios de grandeza del PP valenciano (Rita-Zaplana-Olivas-Camps...). A todo esto hay que añadir los "gastos millonarios" de mantenimiento anuales.  

Y sin torre de telecomunicaciones. Barcelona y Madrid si tienen. ¿J?




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